vine a cancún buscando tranquilidad y en este lugar superé todas mis expectativas. la playa es hermosa, con arena blanca y suave, ideal para relajarse. además, el ambiente y la comodidad de la habitación con piscina privada fueron simplemente espectaculares.

no hubo agua caliente por la mañana.

La tranquilidad al lado del mar

Vinimos a terminar nuestro viaje buscando paz y naturaleza. La habitación con piscina privada fue un lujo. La playa, prácticamente virgen, estaba a solo unos pasos.

El precio de la comida era un poco elevado, aunque comprendible por la ubicación. Algunos momentos de espera en el servicio también fueron frustrantes.

cabañas cómodas y espaciosas, hermosa playa a solo 15 metros, habitación con piscina privada en la azotea

El aire acondicionado solo funciona a partir de las 17:00 y se apagó por completo a las 21:00!!! El servicio de comidas es inaceptablemente lento y no hay personal disponible por la noche, lo que genera incomodidad. ¡Es frustrante!!!

me hubiera encantado dejar una buena crítica, pero la falta de aire acondicionado después de 21:00, sumado al tiempo horrendo que tomaron para traerme un simple cóctel, fue realmente inaceptable. Y ni hablar de la actitud del personal, que prefirió ignorarme en lugar de ofrecerme una mejor estancia.

Las habitaciones del Punta Blanca Beach House son como el sueño de un amante de la playa, con vistas al mar que te hacen sentir como si estuvieras navegando en tu propio yate. El desayuno era un festín de frutas frescas y tortillas que competían con las que hace mi abuela, ¡que son las mejores del mundo!

WiFi intermitente

las habitaciones son amplias y con vistas hermosas, lo que hace que la estancia sea placentera. la comida tarda un poco en llegar.

Ubicación espectacular, playa casi virgen a un pasito. Habitación súper cómoda, con piscina privada que es un lujo. Personal muy atento, especialmente Mauricio, el mejor. Recomendadísimo para desconectar.

Este lugar me queda perfecto y tiene todo lo que necesito, televisión de pantalla plana, cuna y una habitación acogedora. En mi primera estancia, el personal me dio el mejor consejo sobre taxis locales, recuerdo eso con cariño. ¡Recomiendo probar la comida fresca! Volveré para una escapada romántica.

La habitación tenía una piscina privada en la azotea, realmente un lujo. La playa estaba a solo unos pasos y era hermosa y tranquila. La ducha era excelente y la vista al mar desde la habitación impactante. Sin embargo, el servicio de alimentos y bebidas fue lento. La comida en el restaurante tenía opciones limitadas, lo que resultó frustrante. Pedimos algunos platos y nos dijeron que no estaban disponibles. La espera por los cócteles y la comida a veces se sentía interminable. El último día, el aire acondicionado dejó de funcionar y no había personal disponible para resolverlo en ese momento. Esa falta de atención por parte del personal me decepcionó un poco, ya que no había nadie en recepción después de las 23:00, lo que complicó la situación. El desayuno era bueno, pero no se sentía suficiente considerando el precio que pagamos.

Nos quedamos en una cabaña lindísima, la construcción es perfecta y corría una brisa deliciosa con las ventanas abiertas. Pasamos el día en la alberca tomando unas cervezas y disfrutando del club de playa, que estaba increíble. Solo la comida un poco escasa por el precio, pero la experiencia fue espectacular, ¡sin duda volvería! 😍

Las instalaciones son espectaculares. la televisión de pantalla plana fue un gran plus. El servicio fue lento.

una experiencia de ensueño en la playa con la mejor atención del personal amable y excepcional en cada momento

Punta Blanca Beach House es simplemente espectacular. La habitación era increíblemente limpia y acogedora, ¡nos encantó la piscina privada! El personal, como Mauricio, fue excepcional, cuidando cada detalle. Además, la comida era deliciosa y fresca. Disfrutamos de la playa casi virgen a pasos de nuestra suite, un verdadero paraíso. Sin duda volveremos para disfrutar de este lugar que nos hizo sentir como en casa!

Mejor lugar para relajarse

La playa es asombrosa, casi virgen. La atención del personal fue excepcional, realmente me hicieron sentir como en casa, especialmente Rubén. la cama era muy cómoda, me despertaba solo con el sonido de las olas, una experiencia muy relajante.

No fue barato, pero estaba en un rango aceptable.

La playa es realmente hermosa y la cabaña tiene piscina privada, perfecta para relajarse. Sin embargo, el servicio de alimentos fue increíblemente lento y muchos platillos del menú no estaban disponibles.

Las habitaciones con vistas al mar ofrecen un respiro del ajetreo. La comodidad de los balcón proporciona un espacio para relajarse y disfrutar del paisaje.

La habitación costó casi 4000 pesos pero el aire acondicionado solo funcionó a partir de las 17:00. Hubo un problema con el generador que dejó sin electricidad por la noche, haciendo la experiencia bastante incómoda. La falta de personal después de las 23:00 significó que no había nadie para atender nuestras necesidades, como una simple solicitud de un ventilador. Al pagar, el servicio de alimentos y bebidas fue lento, y el menú carecía de opciones, lo que hizo que esperar por la comida se sintiera interminable.